miércoles, 16 de abril de 2008

Dulce hogar


Esta tarde fui un concierto pequeño de piano blues con una amiga que vivimos juntas. Es que la entrada era gratis en el instituto de investigaciones económicas de UNAM. Encontré esta información y le invité a esta amiga que también le gusta jazz y blues. Después del concierto, pudimos tomar un cafecito y unas galletas también gratuitas, nos encantábamos eso... Platicamos sobre su música y llegamos a un acuerdo que le gustábamos una canción que el marido de la cantante compuso para ella, se llama “Una ventana” algo así. Era bonita e impresionante. Normalmente me gusta escuchar la música más agradable y rítmica. Pero también a veces necesito escuchar la música jazz o blues como hoy, quizás desde que viajara por Nueva York. Cuando me siento algo melancólico o justamente hace mucho frío, me gustaría escuchar alguna canción con el piano y la voz.

La música siempre me ayuda mucho, muchísimo...

Esta noche quería escuchar alguna música japonesa que me gusta. Hace mucho tiempo no escucho ninguna de Japón.

Angela Aki "HOME"
http://youtube.com/watch?v=dGWtaK3Uhro&feature=related
http://youtube.com/watch?v=AggSMzjk6A4 (con subtitule japonés)

Esta canción siempre me pone llorar. Esta noche también...Canta sobre el sentimiento y la nostalgia de su tierra y hogar, además la soledad de la vida en la ciudad grande. Según ella, escribió para su abuela.

Justo hace dos años hice una recogida a esta cantante por suerte. Era una de la mejor entrevista de mi trabajo pasado. En ese momento no pude imaginarme que tenga tan buen éxito como ahora en Japón. Ella tiene misma edad que yo y su debut era un poco tarde que normal...
A propósito ya no quiero regresar a mi ciudad donde nací para vivir con mis padres eternamente. Lo que pasa es que muy posible que ellos me pregunten como “¿Cuando vas a casarte? ¿Cuando tenderás niños? ¿Como quieres seguir tu vida así? ¿Que quieres hacer?... ja ja ja. Todavía no tengo ninguna respuesta buena para ellos...Y la manera de ser como tal la familia es bien diferente que la familia latina. No es tan unida ni tan cariñosa...aun también nos queremos mucho. La explicación de amor es muy difícil en Japón...Pero claro que a veces me extraño mucho mi familia y me siento muy sola.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No te preocupes Mie, probablemente nadie tiene las respuestas para esas preguntas. Solo el tiempo.

Recuerda: "ima ikite iru youni sika ikirare nai."

Se que no es como estar con la familia, pero el tiempo que estes aqui, cuando te sientas sola, aqui tienes un amigo. ;D

Matane.

Anónimo dijo...

Hola Mie,
Te escribo sobre mi punto de vista sobre los niños, una persona con quien coincido plenamente escribió esto y espero que pueda servirte.
Los hijos son una bendición de Dios, pero nadie nos puede obligar a tenerlos, las mujeres no valemos por traer o no hijos al mundo, valemos porque somos seres humanos, tenemos sentimientos, luchamos, sufrimos, triunfamos, amamos a nuestra pareja, a nuestros padres y hermanos, contribuimos en la sociedad.

Para mí, es una cuestión de libertad, ni el hombre puede obligar, ni la mujer tiene derecho a atar a un hombre por un hijo, los bebes no son objetos, ni trofeos, son una responsabilidad.

Mis padres son católicos, hicieron los mejores esfuerzos por mis 2 hermanos y yo, nos criaron con amor y esmero; crecí en un hogar unido, con infancia feliz en la medida de lo posible.
Pienso que los hijos son producto del amor, no de la presión, nadie tiene derecho a coaccionarnos, nuestros padres nos tuvieron porque quisieron, no es una cadena como las que recibimos por email.

Los hijos nos dan mucha felicidad pero también mucha incertidumbre, cuando no estamos preparados, piensa en esto: estás preparada? no sólo se trata de dinero si no de la estabilidad emocional, psicológica que tenga la pareja, pero pareja de verdad, un hombre y una mujer que se aman, respetan, admiran, valoran, confian mutuamente, se comunican, toleran, que trascienden al aspecto físico, superar todo eso necesario para engendrar un hijo y tener el valor de traerlo al mundo para llenarlo de amor, dedicarle lo mejor de nuestro tiempo, arroparlo con nuestros mimos. Si no cumplimos con esta primera fase, no arruinemos la vida de un ser indefenso que no pidió venir a este mundo.

Hasta luego.